domingo, mayo 01, 2011

Rest: Capítulo 26





Las piernas me temblaban, y si hubiese tenido corazón estoy segura que habría latido con furia durante esos interminables segundos en los que avancé hasta llegar al frente de esa figura impotente, de ropas blancas y mirada penetrante.

- Sussan… ¿Cómo has estado?- dijo con voz de ultratumba, tan fuerte que produjo  eco en toda la habitación.
- Ha podido ser mejor.- dije, tratando de no demostrar lo nerviosa que estaba
- Uriel comentó que querías que yo presidiera tu audiencia por algo en especial ¿cierto?
- Sí.- respondí y noté que quería entrar en mi mente.

Con todo el esfuerzo que pude bloqueé todos mis recuerdos con Billie Joe. Cuando el Guardián desistió, abrí los ojos y noté cierta frustración en su mirada. Luego desvié la vista hacia Uriel, quien me miraba con sorpresa.

- Nunca me había pasado esto.- dijo el Guardián.- ¿Qué le has enseñado?- lo último fue dirigido a Uriel
- Nada, un simple bloqueo de recuerdos… No pensé que fuera efectivo contigo.- dijo sin dejar de sonar asombrado.
- Como no puedo saber qué pasa por tu mente necesito que me digas qué sucede.-Miré a Uriel asustada. No sabía qué decir exactamente.
- Yo… creo que…
- ¿Qué?
- Billie, mi misión; y yo somos almas gemelas.- dije de una, sin dilatar más la situación.
- Imposible. Tú moriste, y él era tu misión. Tu salvación dependía de su felicidad. Lo sabías.
- Sí, pero resulta que… su felicidad es conmigo.- solté sin pensarlo
- Ese es un pensamiento bastante … ególatra ¿No crees?- me preguntó con ironía.
- Sí, puede ser. Pero… el asunto es que; siempre hubo una conexión especial entre nosotros.- le expliqué-
- ¿Por cuánto tiempo mantuviste una relación con él a pesar de que eso estaba completamente prohibido?- me quedé sin palabras.- No es necesario ser adivino para suponer que tuvieron algo.
- Un mes.- respondí
- ¿Y crees que en un mes puedes saber si hay amor?- rió.- Eres bastante ingenua.
- Yo creo que se puede saber al primer segundo de conocer a alguien.

Se quedó en silencio. Nuevamente quiso entrar en mi mente, y esta vez no me resistí. Creo que quedó impactado al darse cuenta de que la conexión de la que le hablaba estaba ahí.

- ¿Qué pretendes que yo haga si estás enamorada de él?- me preguntó luego de un rato.- ¿Quieres que te asigne a otra persona para salvarte?
- No
- ¿Entonces?
- Quiero volver a ser humana
- Imposible
- Mentira. Yo sé que mi destino era morir para conocer a Billie Joe, y sé que cuando dos personas nacen para estar juntas ni aquí en el cielo pueden detenerlos.
- Créeme que sí. Sino todas las personas que se aman volverían de la muerte para seguir amándose ¿no crees?
- No es lo mismo, yo quiero una oportunidad para ser feliz
- Ya tuviste tu oportunidad.- me dijo sin perder la calma, mientras yo me alteraba más y más
- Pero… yo sé que somos almas gemelas, y la única forma que tenía para conocerlo era al morir.
- Pero las cosas son por algo, lástima que lo conociste al morir… pero no puedes volver a la Tierra por un capricho así.
- ¡No es un capricho! Además, acabas de decir que las cosas pasan por algo. Yo creo que era mi destino que todo esto pasara
- ¿Qué te hace pensar que eres especial?
Me quedé en silencio, no tenía nada que responder a eso.

- Nunca había visto una conexión tan fuerte en todos estos años- dijo Uriel desde atrás- Es incluso visible cuando están juntos. Además, se comunican por sueños
- Ya me di cuenta de eso- respondió el Guardián.
- ¿Entonces? ¿Qué más pruebas necesitas? Lo que ellos tienen los hace especial, y cualquiera te diría que merecen una oportunidad de estar juntos.
- Puede ser, pero aún así… no depende de mí que vuelvas o no, y las condiciones que se te impondrán.
- ¿Condiciones?- inquirí
- Obviamente, no querrás ser humana nuevamente, desafiarnos y decirnos que tal vez cometimos un error…
-Nunca dije eso.- le interrumpí, pero siguió hablando como si mi intervención nunca hubiese existido.
-… y no tengas que renunciar a algo o tener condiciones. Nada aquí es incondicional, recuérdalo.- asentí.- Uriel… ¿tú abogarás esto?
-Sí.- respondió con firmeza
-Muy bien… yo no declararé ni a favor ni en contra. Los hechos deberían hablar por sí mismos.
-¿Dónde iremos?. Pregunté-
-¿Tú? A ningún lado. Esta conversación, y todo lo que vi en tu mente será enviado al último… ‘piso’ por llamarle de alguna manera, junto con Uriel… y ahí él te dará detalles.
Asentí, aunque no comprendía mucho.
Uriel se acercó a mí y me abrazó; una muestra de apoyo que jamás había recibido de parte de él.

-Ahora es cuando tienes que ser fuerte, porque tú fuerza será mi fuerza.- me dijo.
-¿Qué tengo que hacer?
-Esperar hasta que sepas de mí.
-¿Puedo bajar?
-Absolutamente no.- me dijo.- Nada de aparecerse en sueños tampoco, es en serio.
-Está bien- le dije y me sentí agotada, como si cada centímetro de mi cuerpo pesara toneladas y estuviera a punto de derrumbarse.
-Esto sólo ha sido el comienzo, una de muchas puertas que tendrás que ir abriendo. Las próximas serán mucho más agotadoras. Aún puedes arrepentirte… me dijo, esperando algún tipo de respuesta pero no podía concentrarme bien.- Cuando yo me vaya de aquí no habrá vuelta atrás. ¿Estás segura que quieres seguir?
-Sí.- dije juntando algo de fuerza para materializar la palabra en mi mente
El arcángel no dijo nada. Estiró sus alas y fue avanzando lentamente.

-Espera hasta que yo aparezca de nuevo, y ten fuerza. Si te sientes agotada, ya sabes qué sucede.
-¿Dónde me quedo por mientras?
-Con los demás ángeles en el purgatorio- me dijo y lo vi desaparecer mientras aún me llegaba en la cara la brisa que dejaba el movimiento de sus alas. 

4 comentarios:

  1. Y la pobre Sussann esperó.. me cayó mal el guardián 77

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  2. Por qué hay hombres tan insensibles como ese Guardián :/

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  3. no es hombre ): es algo asi como Dios, y mi teoria es qe "Dios" o lo qe sea que controla el mundo no tiene sentimientos, ni empatía hacia la mayoría de los mortales ... :( xD

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