sábado, marzo 26, 2011

Rest: Capítulo 24



En circunstancias normales habría faltado a clases aquel día.
El día anterior me había quedado toda la noche en el patio de la casa, con la guitarra a un lado, un cuaderno; muchos porros y cerveza.
Hice hasta lo imposible para quedarme despierto y lo conseguí.
Hacía un frío de mierda que por poco no me congeló… pero quería pensar con tranquilidad.

Cuando amaneció decidí subir a mi cuarto (con cuidado de no despertar a nadie en la casa) y estando ahí revisé el cuaderno.
Era algo así como un resumen de todo lo que Sussan me había contado y algunas preguntas que si tenía oportunidad le haría en clases. 

Me bañé y luego de vestirme bajé a tomar café.
Estaba fuertísimo, y aún así sentía mis párpados más pesados que nunca.

-¿Qué mierda te pasó?- me preguntó Mike en la escuela
- Me quedé despierto toda la noche, y creo que aún sigo un poco drogado.- contesté sin abrir mucho los ojos; la luz del día me molestaba demasiado.
- ¿Por qué?
- Quería pensar un poco… nada malo.- mentí.
- ¿Y por qué faltaste ayer?
- Me quedé con Sussan en su casa…- no quise explicar más. Mike me miró con cara burlesca, pero la cambió de inmediato al ver que mi seriedad se mantenía.
- ¿Terminaron?
- No…
- ¿No quieres hablar?
- Mi cabeza está a punto de explotar, prefiero quedarme callado y observar cómo mis sesos adornan la pared.

Los dos reímos y avanzamos hasta la sala. Nadie se fijó en nosotros (obviamente) y fuimos a nuestros puestos.
Recordé que había examen de física al ver que todos estaban estudiando.

- Hola.- me saludó alguien desde atrás. No fue necesario voltearme para saber quien era.
- Hola.- musité y me corrí para que Sussan se sentara a mi lado.
- Te dije que no pensaras en… nada y que descansaras. ¡Mira tu cara! ¿Cuánto dormiste?
- Nada.- respondí sencillamente.- Pero no quiero hablar de eso. Tomé una decisión…
- ¿En serio?- asentí-. ¿Se puede saber qué decidiste?
- No me interesa lo que tengas que hacer, no me interesa nada de eso… haré como si lo de ayer jamás hubiese pasado.- me miró confundida.- Sería fácil que no me recordaras que sabes lo que pienso en todo caso…
- ¿Estás seguro?
- Sí.
- En ese caso… creo que podemos hablar con Uriel para poder bloquear todo…
- ¿Borrar mi memoria?- musité muy bajo. No quería que Mike escuchara lo que estábamos hablando
- No, no dije borrar, sino que bloquear- no comprendí.- Después te explico.

Asentí y dejamos de hablar. Sonó el timbre y quise hacer mi día normal; aunque no pude concentrarme en nada y me fue pésimo en el examen.
El día pasó rápido; y a pesar de que me había acordado durante el día de lo de Sussan, ella misma se encargaba de desviar mis pensamientos.
- ¿Sabes?- inquirí cuando íbamos camino a su casa
- ¿Uhm?
- Ahora entiendo porqué nos entendíamos tan bien desde un principio.- arqueó una ceja.- Obvio, me entendías siempre porque sabías en lo que estaba pensando. Tramposa.
- Supongo que… fue necesario.- rió.
- Puede ser, aunque completamente injusto. Yo no puedo saber en qué estás pensando ahora.
- Podrías saberlo.- me dijo despacio, en un susurro. Me estremeció sentir su aliento junto a mi cuello.
- ¿Cómo?
- Todos podríamos comunicarnos mentalmente, sólo nos falta entrenamiento.
- ¿Me entrenarías?
- Yo creo que sí, pero no ahora… Y no te emociones, mi mente no es tan complicada como la tuya
- ¿Complicada? Pero si mente en lo más cavernícola que existe
- ¿es broma? Me vuelves loca con todas las cosas que eres capaz de retener en un segundo. Es como si… muchas partes de tu cerebro se activaran individualmente, y cada una funciona como un cerebro aparte… Por eso me mareo, eres un caos.
-Lo siento, supongo… No puedo controlarlo. Pensé que todas las personas eran iguales… pero como no puedo estar en la mente de nadie no tengo cómo saber.

No me respondió. Sólo rió por la forma en que había hablado y entramos en su casa.
Uriel estaba esperándonos, y luego de que Sussan hablara con él me hizo sentar en el sillón y se quedó mirándome fijo por varios minutos.
No entendí lo que hacía hasta que intenté pensar en lo de Sussan y no pude.

- Esto es confuso… sé que sé lo de Sussan, pero no puedo pensar en eso…- dije luego de un rato
- Esa es la idea precisamente- respondió Uriel- No estaba de acuerdo, pero Sussan dijo que estarías bien… y cuando quede poco para la audiencia el bloqueo quedará nulo…
- Debes entender que… cuando me vaya no puedes decir ni pensar en nada de lo que te conté; si lo haces… sería perjudicial para mí.
- Lo sé.- le respondí a Sussan.- Pero prefiero que hagamos cualquier cosa en vez de hablar de eso
- Como quieras, vamos a dar una vuelta.

Asentí, y de la mano salimos de la casa hacia el parque donde solíamos ir. Llegamos a un banquito, y Sussan me soltó la mano rápidamente. 
-Lo siento.- se disculpó.- Pero no sabes cómo arde cuando nos tocamos…
-¿Qué?- no entendí a lo que se refería.
-Debido a nuestra extraña conexión, cada vez que nuestra piel se toca directamente siento un ardor…bastante fuerte a veces.- La miré asustado….- Pero es soportable, no te preocupes.
-¿Qué no me preocupe? ¡Pero si te duele! No te voy a tocar más…
-¿Estás seguro?- me preguntó, acercándose tanto que nuestros labios se rozaban. No pude evitarlo y me acerqué, para luego recordé que era como hacerle daño y separarme rápidamente.
-Esto es masoquismo, o sadomasoquismo… como sea.
-No me importa, el dolor ya no me molesta, me acostumbré.- respondió  como si fuera tan simple
-Aún así… - Agaché la mirada
-Prometo detenerte cuando me duela demasiado.- negué.- Eres demasiado terco.

Esa vez asentí. No me importaba lo que dijera, no iba a ceder en eso. No iba a besarla (aunque me costara) si le significaba dolor a ella. 

Pero Sussan era mil veces más terca que yo (si es que eso era posible) y no se dio por vencida.
Se acercó a mí, aunque me mantenía distante y me peñiscó la mano, no muy fuerte; pero aún así podía sentir sus uñas clavándome la piel. 

Estaba acercándose demasiado, se ubicó entre mis piernas y con la mano que tenía libre empezó a dibujar círculos sobre mi abdomen, demasiado cerca de mi cintura…
Eso, sumado a los pequeños besos que me estaba dedicando en el cuello me hicieron olvidar lo de su dolor y el mío que ella estaba provocando; y busqué sus labios con ansias.
Antes de alcanzarlos ella misma me detuvo, apartándose.
-¿Pudiste sentir mis uñas?- preguntó, mientras yo la cuestionaba con la mirada. No quería que se detuviera justo en ese momento.
-Sí
-¿Te dolió?
-Un poco al comienzo pero…
-Pero después te olvidaste.- sonrió, no necesité responderle.-Es lo mismo que me pasa a mí ¿ves?
-¿Estás segura?
-Por algo te lo estoy diciendo. Si alguna vez me duele demasiado, te detendré. 

Se acercó y me besó. Esa era mi parte favorita del día. Y no sé cuánto rato estuvimos así, y me olvidé del frío y de todo hasta que nos separamos y recordé que yo no era inmortal, y sí tenía sangre que mantener a una temperatura razonable.
-¿Sussan?- inquirí. Ella me miró, haciéndome entender que estaba prestando atención- Creo que si no nos vamos moriré de hipotermia
-Cierto, lo siento.- se disculpó y ambos nos incorporamos.- Por favor, esta noche duerme ¿Ok?
-Bueno
-Y no leas ese cuaderno que escribiste, sino el bloqueo será en vano
-Bueno ¿Algo más?- me sonrió, con la cabeza inclinada levemente hacia abajo.
-No, creo que eso es todo.- suspiré.- Nos vemos mañana, y trata de estudiar
-¿Cómo tienes mente para pensar en estudios?- dije alarmado
-Alguno de los dos debe hacerlo ¿o no?
-Cierto.- le dije y le di un beso corto y nos despedimos.
Menos mal que no había nadie en la casa. Nada de preguntas, nada de quedarse a cenar con la familia. Fui libre para hacer lo que quisiera, por lo que subí a mi habitación, y sin siquiera preocuparme por quitarme la ropa o algo me acosté y me dormí de inmediato, tratando de recuperar el sueño que había perdido del día anterior. 

4 comentarios:

  1. -¿Qué no me preocupe? ¡Pero si te duele! No te voy a tocar más…

    weon tierno por la chucha! xd
    :)

    ResponderEliminar
  2. Un Billie que se limita a tocar a la persona que ama? Es un tierno :)

    ResponderEliminar
  3. como si aguantara no tocarla xD asfdja LOS AMO ♥

    ResponderEliminar