Rest: Capitulo 1

Sólo si me pagaran por venir al colegio vendría si dependiera de mí. Es toda una pérdida de tiempo, además al venir tengo que ver a personas que preferiría no ver jamás. Jenny, Alice, Mark; entre otros. 

Sentir que no encajo me deprime (a veces), y ahora que Mike anda enamorado es peor. No logra darse cuenta que tengo que andar solo por ahí, escribiendo canciones apáticas o simplemente pensando…

Las clases no me importan mucho. En parte porque muy pocas veces soy capaz de concentrarme y captar algo. Creo que tengo algo así como un déficit atencional o algo… pero como sea, a veces me da lo mismo ser el más desordenado del curso, o del colegio… Como si me importara ser el más autista, infantil, flojo e invisible entre toda esta manda de gente que ni siquiera conozco. 

No me importa lo que otros puedan decir de mí. Yo sólo trato de ser feliz… aunque con esta rutina todos los días en bastante difícil lograrlo… Y pensar que me quedan… ¿Dos años aquí? Sin siquiera contar este ¡Oh Dios!

- Hey… ¿Estás ahí?- Me dijo Mike, trayéndome de vuelta a la realidad. 

- Ahora sí

- ¿Quién te robo ahora?

- El apático.- respondí sin ninguna gracia- Prefiero más al imbécil enamoradizo.- le digo, refiriéndome a una de mis tantas “facetas mentales” o lo que fuesen. 

Mike sólo rió, y volvió su atención a la pizarra. 

- ¿Qué vemos?- pregunté

- Figuras retóricas… lee la pizarra al menos

- Como si fuera a tomar apuntes

- ¿Para qué preguntas entonces?

- Sólo para llenar el vacío. 

- Claro.- me dijo, y empecé a copiar lo que salía en la pizarra sin siquiera darme cuenta de lo que escribía. 

Son las 14:50 hrs. Hace un calor de mierda y me fijo en el lápiz labial corrido de la profesora que está sentada con las piernas cruzadas, dejando ver gran parte de sus muslos… Para ser adulta está bien, es linda… ¿Tendrá como 30 años? ¿Tendrá novio? Me pregunto eso mientras Jenny se pone de pie y el olor de su perfume choca en mi rostro. El mundo… mi mundo se paraliza y se centra en su cabello castaño y en el recorrido que hace hasta llegar al frente. 

Le pregunta algo a la profesora y se devuelve. 

Miro sus ojos azules. Me sonríe. Y vuelo… 

- Para- me dice Mike

- ¿Qué cosa?- como si no fuera obvio

- Deberías decirle, es más sano.- me dice

- ¿Para qué? Está con Mister Músculo ¿recuerdas?

- Como digas.- me dice y ya no me importa. 

No quiero pensar en Jenny. Me hace mal.

Como sea, quiero salir de clases. 

20 minutos. Miro mi mano y noto que volví a rasguñarme el dedo con las cuerdas de la guitarra (seguramente) ¿O había sido la perrita nueva de Anna que parece amarme más a mí que a ella? Ni idea. Pero miro el rasguño con atención. 

Mis uñas están sucias, debo limpiarlas al llegar a casa. 

15 minutos. Tengo que comprar cuerdas nuevas, aunque no he vendido porros últimamente. Le pediré a David, o a mamá…. Y voy a pegar los stickers que me dio Allan en la guitarra. ¿ Iremos a Gilman el sábado? Me gustaría ir esta semana. 

10 minutos. ¡Qué lento pasa el tiempo!

-Recuerden que la próxima semana hay prueba.- dice la Señora ¿o señorita? Verenisse. Como si me importara

La clase terminó y todos se cambian de puesto y se ponen a conversar. Menos yo. 

-Voy al casillero ¿Te guardo algo?- me pregunta Mike

-Los cuadernos, por favor.- 

Se los paso y sale. 

5 minutos. Genial… éstos se me hacen nada. 

Jenny… ¿Por qué se cruza a cada rato en mi vista?

2 minutos. Guardo mis cosas en la mochila y me quito el pelo de la cara. Estos rizos están fuera de control, necesito un buen corte.

Suena el timbre, genial…

-¿Vas a mi casa?-

-No lo creo, voy a salir…- me responde Mike

-Ah… entiendo. Nos vemos mañana entonces

Nos despedimos con un apretón de manos y avanzo por el patio con rapidez. No me quiero topar con nadie. Soy un ermitaño de mierda, lo sé. Pero muy pocas personas de aquí me importan. 

En el camino a casa por suerte me encontré con Andrew, alguien con quien socializar. 

-Two Dollar Bill ¿Cómo estás?

-Cansado de hacer nada, como siempre. 

-¡Ja! Somos dos.- me dice y reímos juntos- ¿Y Mike?

-Con Jessica, supongo.

-Esto de las novias me desespera. Me quitan a todos mis amigos. Sólo faltas tú con alguien. 

-Eso no va a pasar en un futuro muy próximo, descuida.- le respondo, forzando una sonrisa.-

-No creo que sea tan imposible, si eres adorable.- me dice como si fuera un bebé. 

-Cállate, no estoy para bromas.

-Andas en tus días, lo comprendo.

-Súper chistoso.- le digo con poco ánimo

-Oye, dile a tu hermana que se le quedó el sujetador en la pieza de mi hermano 

-No me interesa saber esas cosas…- me quejé y él sólo rió, como si fuera lo más cómico del mundo.

A ratos se me olvidaba que Andrew era hermano de Brian. Y que Brian andaba con Anna. Aunque la verdad, me daba igual. Si no hubiese sido porque Andrew me contó que los había visto aún no sabría lo que ambos tenían. 

Seguimos caminando, hablando de cualquier estupidez hasta llegar a mi casa, donde como siempre, no había nadie. 

Fui a la cocina a buscar comida pero sólo había carne. No sé qué tiene esta gente con ese alimento, que por cierto, me produce asco y no puedo tolerar… así que, tuve que prepararme un sándwich con tomate. 

Subí a mi habitación. Tomé a Blue y me acordé del dinero para comprar cuerdas. Pero no había nadie en casa y quería tocar, así que lo hice aunque las cuerdas estuvieran a punto de romperse. 

Stairway to Heaven. Led Zeppelin. Acordes al azar…. Melodías sin sentido. Algo para matar el tiempo, pero de pronto me bajó el sueño. 

La noche anterior no había podido dormir. Algo me molestaba demasiado y no me dejaba tranquilo…

 Además, me había dado por pensar en lo mucho que trabaja mi mamá. Se había quedado hasta tarde en la cafetería, y cuando bajé a la cocina para tomar agua ya que no podía dormir la vi en el sillón quedándose dormida mientras cosía un botón del delantal que se había salido. Tuve que tomarla del brazo y llevarla casi arrastrando a la cama, a ver si descansaba un poco. 

Dejé a Blue en su funda y me acosté en la cama para dormir un rato. Pero justo llegó la Amy. ¡Genial!

-Eres un demonio.- le dije a la perrita y luego de jugar con ella la dejé en el pasillo y cerré la puerta con seguro. 

Me acosté y estuve listo para acabar con mi día. Para morir mientras duermía y volver a vivir al día siguiente.