miércoles, febrero 16, 2011

Rest: Capítulo 4




Me impactó un poco la vida de este chico. Seis hermanos, todos criados estrictamente menos él, quien había sido dejado de lado algunas veces por su madre. El regalón del papá, quien había muerto cuando tenía diez años, y luego de tanto tiempo Billie aún no lloraba su pérdida… ¿Tendría ese suceso algo que ver? Pasaron los años, conoció a su mejor amigo, empezaron a tocar temas metal y a compartir todas las cosas que les pasaban. Habían chicas, amores, canciones para ellas. Una especial. ¿Sería ella la indicada? Algo me decía que no. Que estaba bastante lejos de ser ella. ¿pero cómo saberlo?

- ¿Y?- inquirió Uriel
- ¿Y qué? ¿Qué quieres que te diga?
- Qué te pareció todo…-
- Extraño. No me gustaría que alguien se enterara de TODO lo que hago de esta forma.- le dije- Aunque entiendo que es necesario y todo eso…
- ¿Te ayudó?
- Supongo que más adelante podría ser más útil.- le dije y miré la hora. Habían pasado sólo veinte minutos. Y yo pensé que habían sido verdaderamente casi los dieciséis años que habíamos visto.

No le di importancia al asunto del tiempo. Y no quise seguir hablando con Uriel. Me aburría, me cansaba verlo todos los días, todo el día. Quería algo de espacio. Y recordé que debía ir a comprarme ropa.

Le avisé que saldría y tuve que ir hasta una ciudad mucho más grande (de la cual no recuerdo el nombre) para encontrar una tienda con ropa decente.
Me sentí rara al estar probándome todo eso. Extrañaba mi cabello castaño claro (casi rubio), extrañaba el tono de mi piel, mis ojos pardo, mis labios rojos. Incluso mi cara de cansancio y agotamiento.
Recordé como había sido la primera vez que pude ver mi nuevo reflejo.
Estaba con Uriel en mi entrenamiento, luego de varias semanas después del accidente. Fue realmente impactante ver a esta persona extraña apoderarse de mi cuerpo. Me costó acostumbrarme y aceptarlo.
¿Mis demás amigos se verían así? Pensé que todos estarían cambiados, pero luego recordé que Edward ya estaba del otro lado, y los otros estaban aún en coma.


Compré varios jeans, poleras de varios colores, sudaderas, chalecos, zapatillas. También compré algo de maquillaje para ocultar lo blanca que era y luego volví a la casa.
Uriel se sintió algo decepcionado al verme. No lo entendí. O sea, obviamente era por las compras pero no era justo. Él se había cortado el pelo, su piel ahora lucía bastante normal, al igual que sus uñas. Y su ropa si bien era negra era normal. No parecía que venía del siglo pasado como yo con los vestidos que me entregaron.

Quería dormir en la noche. No porque estuviera cansada, pero simplemente quería hacerlo para desconectarme un poco de todo, y de todos; pero no pude porque cuando estaba acostándome en la cama de “mi habitación”, llegó Uriel diciéndome que teníamos visitas.
Con desgano bajé hasta la sala, y sin previo aviso Uriel me tomó de la mano y ascendimos hacia donde estaba Él, que era algo así como el supervisor o superior de Uriel.

Varias veces pregunté qué teníamos que hacer, pero no obtuve respuesta. Simplemente nos quedamos de pié cerca de unos pilares enormes que había ahí, y esperamos a que llegara más gente.
Fue bastante aburrido, a decir verdad. No tuve que interactuar con nadie, ni siquiera a través del pensamiento, ya que todos los que estaban ahí tenían plena libertad de entrar en mi mente y hurgar hasta conseguir lo que querían saber. Ya estaba acostumbrada a ese tipo de invasión a mi privacidad.

- ¿Será así todos los días?- inquirí cuando habían terminado y se aseguraron de que no había roto ninguna regla en mi primer día.
- No. Todos los martes. – me respondió Uriel.
- ¿Para qué?
- Para asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto. Aunque no lo creas, no todos los días bajan ángeles para ayudar a un humano cualquiera y salvarse. Las cosas no funcionan así.
- ¿Y por qué yo sí?
- Porque así estaba designado hace mucho tiempo atrás. No es que seas la única. Pero son casos especiales. Algo te hace estar conectada con Billie Joe, entonces… la “salvación”- dijo simulando comillas como siempre lo hacía al referirse a aquello.- de ambos también está unida. Depende de cada uno de ustedes.
-¿Y Dios ni nadie sabe qué es ese algo?
-Dios no existe. ¿Cuántas veces lo hemos conversado?
-Lo sé, lo sé. Es una manera para referirme al “guardián” O a esa fuerza sobrenatural de la que nunca me has querido hablar.
-Y que tampoco lo haré, hasta que seas lo suficientemente madura como para entenderlo.
-Bueno… como sea. – le dije y subí a mi habitación.
-Descansa. Aunque no sea necesario.- me dijo cuando ya iba por la mitad de la escalera.
Sonreí y seguí avanzando.
La noche se me hizo eterna. Creo que dormí un poco pero casi nada comparado a lo que me mantuve despierta.

Cuando ya eran como las siete de la mañana me levanté. Fui al baño, me cepillé los dientes, hice mis necesidades. Me bañé, me puse ropa decente, me maquillé y esperé para ir al colegio.

-Está diferente. ¿Qué se hizo?
- Hola Billie…- lo saludé cuando estuve cerca.
-Hey! ¿cómo estás?
-Bien, acostumbrándome.- le dije y avanzamos juntos.-
-!Ya lo sé! Oye, ¿tú no eres gótica o algo así?
-Eh…¿Lo dices por la ropa?- inquirí, sabiendo exactamente que era a eso lo que se refería. Maldije e intenté buscar alguna excusa rápidamente mientras él asentía.- Ah… es que me gusta vestirme así, de negro pero a veces. Y me di cuenta que no quiero que me estigmaticen de inmediato aquí. Por eso decidí venir con ropa más normal.
-Ah… entiendo.- dijo rascándose la cabeza.
-¿Qué nos toca ahora?- le pregunté para desviar la atención hacia cualquier otra cosa. Sabía que tenía varias dudas sobre mí, y no me convenía que quisiera resolverlas..
-No tengo idea. Nunca me aprendo el horario.- me dijo con una mueca.- ¿Importa?
-No, la verdad es que no. – le dije y luego seguimos conversando. No recuerdo de qué, hasta que llegó Mike.

Al fin había aparecido Mike. No podía creer lo extraño que me sentía al estar cerca de Sussan. No podía explicarlo con palabras, y al parecer era algo que sólo a mí me pasaba. No era que no me agradara, pero era extraño. ¿Ella o yo? ¿O ambos éramos tan raros que me producía eso? Ni idea.

Había pasado pésima noche. Pesadillas de mierda que aún me alteran. Desperté completamente sudado y con un puto dolor de cabeza que aún no se me quitaba, Y tendría que soportar todo un día de clases.
Día que pasó sin inconvenientes. Jenny que se cruzaba a cada rato en mi vista (¿O era yo el que la buscaba?). Profesores hablando estupideces. Visita al inspector por el “desastre” de los baños. Castigo. Comer, respirar, vivir. Volver a casa. Esta vez Mike me acompañó para tocar algo. Hace días que no lo hacíamos.
¿Qué música escucharía Sussan? Parecía gótica… ¿metal tal vez? Sería genial…Como sea, nos juntamos con Mike, y luego llegó Alan y mientras bebíamos cerveza se nos pasó la tarde.

-¡Uriel!- lo llamé en cuanto llegué a la casa aquel día.
-¿Qué? ¿Qué pasa?
-¿Es normal que Billie Joe se sienta… extraño conmigo?- inquirí asustada.
-No lo sé.
-¿Es malo?
-No lo sé.
-¿Cómo que no lo sabes? Cada vez que hablamos piensa en eso. Me preocupa. No podré acercarme a él.
-No te preocupes. Debe ser normal- Lo miré, enojada.- Está escrito que tienen cierta conexión, creo habértelo dicho varias veces antes. Debe ser eso.
-¿Cómo puedo saberlo?
-No tienes cómo saberlo.
-Me cargan tus respuestas.- No me dijo nada por un rato
-Deberías hacer algo para que se le olvide todo eso mientras hablan, Mostrarte más simpática. Buscar tema y no sólo responder cortantemente cuando te pregunte algo.
-No te entiendo. Me dices que no puedo establecer lazos afectivos con él, pero que sea agradable y seamos amigos. Decídete.
-Lo más importante es su destino. Ese que debes cambiar.
-¿Qué se supone que significa eso?
-Significa que hay ciertas reglas que podrías romper, y que debes aprender a ocultar en tu mente, Borrarlas para que no se sepa.

Asentí, comprendiendo a qué se refería.
-Pero no sé cómo hacerlo.- admití
-Te enseñaré… pero no ahora. Más adelante.

Volví a asentir. Un nuevo entrenamiento… Y tal vez más agotador que el anterior. Pero iba a valer la pena. Estoy segura. 

3 comentarios:

  1. Es interesante esto, y me encanta *-*

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  2. chan, el entrenamiento! :O me gustó cuando BJ piensa en su día... en especial el "Jenny que se cruzaba a cada rato en mi vista (¿O era yo el que la buscaba?).", dunno why 8-)
    love ya :D

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