lunes, febrero 21, 2011

Rest: Capítulo 10






Cuando lo vi en la mañana sentir nervios. Como el primer día que lo vi, esa sensación extraña que me hacía querer sonreír pero a la vez era lo que menos me resultaba natural.
Me saludó como siempre. Sentí la corriente maldita al saludarlo con un beso en la mejilla y sin decir nada avanzamos hasta nuestra sala.
Luego nos encontramos con Mike, y fuimos a nuestros respectivos puestos.
-¿Cómo dormiste anoche? ¿Mejor?
-Eh… sí, bastante. ¿No se me nota en la cara?
-Algo, pero aún te veo algunas ojeras.- me dijo riéndose. Estaba bromeando obviamente.
-¿Y tú?
-Bastante bien, aunque creo que soñé con que me ahogaba en el mar.- suspiré aliviada.
-¿Te dio miedo?
-No, era como una horrible versión de “Tiburón”.- dijo riendo.- Sabes, creo que me teñiré el pelo negro.- Lo miré tratando de no demostrar mi asombro.
-¿Por qué?
-No sé, desperté pensando en que me quedaría bien- dijo sin inmutarse,  y pude saber por sus pensamientos que no me ocultaba nada, y que realmente no recordaba porqué pensaba en eso. 

Eso era un alivio, hasta cierta parte;  pero que su subconsciente le mandara esos mensajes era igual de peligroso. ¿Cuánto faltaba para que pudiera recordad lo que soñaba? Y una vez más eso me llevaba a la misma pregunta de siempre ¿Qué significaría eso?

Traté de centrar mi atención en otra cosa a lo largo del día, ya que Billie me preguntaba a cada rato qué me sucedía que andaba tan pensativa. Es que me era imposible no adentrarme en mí misma y repasar uno a uno los indicios que me llegaban desde Billie, todas las cosas sobre-sobrenaturales que me pasaban con él, aunque sabía que por más que lo intentara no iba a llegar a una conclusión o teoría que me pareciera convincente.
Me entretuve unos minutos poniendo atención en las otras personas que estaban pensando en Billie, con algo de risa; y luego me concentré en los pensamientos de él mismo, que me llegaban con más claridad.

Quedaban sólo dos semanas para el receso de invierno y todos estábamos ansiosos. Sin colegio por más de dos semanas, paraíso.
Con Mike habíamos hecho todo un plan para ese periodo, e incluso habíamos conseguido tocar en la cafetería donde trabajaba mi mamá. Todo genial hasta que recordé que tenía novia, y que tenía que comprarle algo para navidad en ese periodo y que no tenía dinero y que tenía que pasar tiempo con ella. Genial.

- ¿No le has preguntado qué hará ella? Tal vez ya tiene planes sin ti, o sale con sus padres, o cualquier cosa.- me dijo Mike cuando le comenté la situación
- No creo… pero le voy a preguntar en todo caso- musité sin ganas de seguir con el tema.

Ese día, miércoles; estuvimos todo el día sin hacer nada. Las clases eran asquerosamente inútiles, incluso Sussan pensaba lo mismo (y eso que ella era la que más prestaba atención y tenía mejores calificaciones de toda la clase). Así que, cuando entramos después del segundo recreo me disculpé con Sue y me fui a sentar con Jenny.

Me acerqué despacio, y cuando me vio llegar me dio un beso. Se puso de pié, me senté yo en su silla y ella sobre mis piernas, mirando hacia mí.
No nos importaba que estuviera el profesor adelante ni nada. No estaba haciendo clases y cada uno hacía lo que quería.
Estuvimos conversando bastante rato mientras ella jugaba con mi pelo o me acariciaba la cara. Nos besábamos de vez en cuando o simplemente nos quedábamos en silencio…

- Jenny…- le dije luego de un rato. Me miró y supe que me prestaba atención.-¿Qué harás en estas semanas de vacaciones?
- Eh… no lo sé.- me respondió, y noté algo como.. tristeza o cierta incomodidad en su rostro.- Se supone que iremos a visitar a mi familia.. pero no sé por cuanto tiempo
- Ah…- no sabía qué otra cosa añadir, ya que no me importaba en lo absoluto si se quedaba; es más, si se iba podía realizar mis planes con Mike. Traté de no sonreír, al menos delante de ella para no parecer tan mala persona.

Cada día me sorprendía un poco más de este ser humano tan infantil, realmente. No pude comprender en qué universo un adolescente de 16 años podría preferir ir a tocar la guitarra y pasársela drogando con sus amigos todas las vacaciones en vez de compartir con su novia. Por suerte Jenny no podía saber lo que Billie Joe  pensaba.

- Sussan…- sentí que me llamaba alguien. Era Asheley, una chica de la clase con la que pocas veces hablaba.
- ¿Ah?
- ¿Desde cuándo te gusta Billie?- Otra más que pensaba lo mismo.-
- ¿De qué hablas? A mi no me gusta… sólo somos amigos.- le dije
- Claro, y eso explica porqué siempre lo miras, y te concentras tanto…
- Bueno… ¿qué tanto me miras como para haberte dado cuenta?- espeté, ya molesta. Si le decía que no me gustaba era por algo.
- Yo.. eh… nada…
- ¿No será que a ti te gusta?- inquirí. Ella sólo se sonrojó pero no estaba pensando en Billie, me hubiese dado cuenta, lo hubiese sentido. De cualquier forma se fue sin decir nada más, demasiado avergonzada o apenada para siquiera volver a mirar hacia mí.
- A veces pienso lo mismo.- me dijo Mike. Supe inmediatamente a qué se refería
- ¿No puedes fijarte en algo de alguien sin que te guste? ¿Qué les pasa? – dije indignada.

Ahora todos se fijaban en lo mucho que yo me fijaba en Billie Joe. Tal vez iba a tener que tener un poco más de cuidado, o iban a empezar a sospechar aún más.
Mike sólo rió pensando en que era algo normal que me gustara, claro.
Pero era imposible Yo casi no tenía emociones, ni sensaciones. Ni siquiera se me había cruzado por la mente, aunque comprendía a los demás. Siempre estaba pendiente de Billie, ya que era mucho más fácil saber en qué pensaba si lo estaba mirando.
De cualquier forma, procuraría no hacerlo tan notorio, fin del asunto.

-¿Llevas la cuenta del tiempo que llevamos aquí?- me preguntó Uriel cuando entré a la casa
-Eh…¿un par de meses?
-Tres, exactamente.-
-De acuerdo-… ¿Y?-
-Hoy tenemos visita.-
-¿Y?
-Será diferente.
-No entiendo
-Anda a cambiarte y después sabrás de qué hablo.

Obedecí. Me ponían histérica esas famosas reuniones que aún teníamos una vez por semana con los superiores de Uriel, que se juntaban todos a revisar mi mente y mis recuerdos para saber que hacíamos las cosas bien. Agradecía que Uriel me hubiese ayudado a esconder lo que realmente pensaba. Me evitaba bastantes problemas.

Cuando bajé, había mucha gente reunida que me daba la espalda, y todo el escenario de la casa estaba completamente diferente. Sin haber requerido de mi ayuda o cooperación, estábamos no en la casa, sino que en otro lugar, uno completamente diferente donde no habíamos ido nunca antes.

Estuvieron hablando entre ellos bastante tiempo, sin que yo pudiera escuchar hasta que Uriel indicó que me acercara.
Respondí las preguntas de rutina, hasta que otro arcángel, bastante parecido a Uriel se me acercó y puso su mano, gélida, sobre mi espalda.

-Has superado con éxito estos meses.- me dijo.- Es hora de que…asciendas.
Creo que si hubiese tenido corazón, se hubiese agitado y casi salido de mi corazón. ¿Eso era todo?
-No te adelantes, no nos referimos a eso.- me dijo Uriel, derribando mi felicidad.
-Ahora puedes decir que eres lo que los humanos conocen como “ángel”.- me dijo el otro tipo, el parecido a Uriel
-¿No era eso antes?
-No, eres… cualquier cosa. Espíritu, esencia… pero ahora eres ángel. No sólo puedes y debes ayudar a Billie, puede ser con cualquier persona; lo que incluye que podrás sentir a cualquier persona.

No dije nada. Era demasiada información para procesar en tan pocos segundos.

-Esto puede doler, pero… es necesario.- me dijo Uriel, y sentí como la mano que estaba en mi espalda la recorría desde arriba abajo primero, con cuidado, para luego enterrar lo que supuse sería una de sus uñas en mi piel.

Sentí que me estaban quemando, y que algo era dibujado en toda mis espalda.
No podía aguantar el dolor, sentí que mis piernas tiritaban y si no fuese porque Uriel me tomó de la cintura me hubiese caído.

Traté de tranquilizarme mientras terminaba, y me sorprendí cuando me pusieron un espejo en la espalda y pude ver dos alas negras surgiendo desde mi piel. ¿Era una broma acaso?

-¿Qué significa esto?- inquirí asustada
-Es tu… signo. Lo que te identifica- me respondió alguien. No sé cual de todas las personas que estaban ahí.
-¿Todos pueden verlas?
-Es un tatuaje, todos pueden verlos… a menos que sean ciegos, obviamente.- me respondió Uriel, con ese sentido del humor tan especial que aparecía en los peores momentos.

Simplemente asentí y esperé que todo terminara. Me sentía mareada, quería irme rápido. Pero me dijeron que ciertas cosas cambiarían, y estuve escuchando el montón de reglas nuevas que aparecían.

6 comentarios:

  1. asdlkysadlj A ASHLEY LE GUSTA SUSSAN! xD!
    y ahora Sussan es toda poderosa y yo quiero más caps (:

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  2. Como Amanda, que Ashley tenia onda con Sussan fue lo primero que pensé cuando leí eso xD

    Igual insisto en que deberia pasar algo entre ella y Uriel (?) Anyway...esperando el próximo n.n

    y nose con que perfil comentar eso, supongo que pondré mi nombre igual ya sabes quien soy

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  3. Amanda dijo...
    asdlkysadlj A ASHLEY LE GUSTA SUSSAN! xD!


    JAJA xD, se me ocurrió lo mismo cuando leí el cap xD

    Para mi que entre Uriel y Sussan va a haber algo(?? ok, no(?

    me voy a estudiar xD, quiero más caps xD


    Después de escribir eso leí esto:
    Carito dijo...
    Igual insisto en que deberia pasar algo entre ella y Uriel (?) Anyway...esperando el próximo n.n

    xD tiene razón ! (?)

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  4. Hoy leí como nunca (?) muchos capítulos atrasados y todo por salir a acampar xD
    "asdlkysadlj A ASHLEY LE GUSTA SUSSAN! xD!" Ashley está celosa, ¿pero de quién? :$ xD

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  5. Ahora Sussan anda tatuada por la vida y es un ángel hecho y derecho xD

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