sábado, febrero 26, 2011

Rest: Capítulo 13



No tomo nunca más.
Lo primero que pensé cuando desperté, igual que siempre.
Me sentía horrible, y como sucedía habitualmente… no podía recordar todo lo que había pasado.
Todo eso lo pensé aún con los ojos cerrados, tapado hasta la cabeza por el frío. Ya estábamos llegando a Diciembre, así que la brisa fría de la mañana parecía traspasar hasta las frazadas de mi cama.

Me quedé acostado un par de minutos, y cuando me di cuenta que no podría volver a dormir  decidí levantarme. Perezosamente abrí los ojos y me destapé. Estaba con la misma ropa que el día anterior y… no recordaba haber llegado a la casa, o haber subido las escaleras hasta mi habitación… pero no importaba. 

Tardé bastante en sentarme en la cama y mirar el suelo. Cuando lo logré vi que el piso estaba alfombrado (a diferencia del mío) y noté que no estaba en mi casa.
¿Dónde estaba…?
Revisé con la vista el lugar. Era una habitación… diferente a las demás, un tanto oscura (aún cuando las cortinas estaban abiertas); y vi justo al frente de la cama un sillón con varias frazadas tiradas encima…
Ordené un poco los recuerdos que se asomaban en mi mente pero no lograba reconstruir nada útil. Maldije, y en ese momento sentí que alguien tocaba la puerta, anunciando que iba a entrar.
Me sorprendí al ver a Sussan. Me puse de pié rápidamente y no supe que decir…

- Al fin despertaste, bella durmiente.- me dijo y me extendió un café
- No gracias.- le dije, rechazando el café, no tenía estómago para eso.- ¿Qué estoy haciendo aquí?
- Tú y Mike estaban demasiado ebrios como para volver a tu casa… Mike se fue a la suya porque estaba un poco mejor que tú y su madre no llegaba hasta hoy en la mañana. Así que… decidimos que era mejor que te quedaras aquí.
- ¿Tú papá sabe que estoy aquí?
- Claro, pero no tiene ningún problema, no pongas esa cara.- asentí
- ¿Qué tanto bebí?
- ¿Qué tanto recuerdas?- me preguntó con risa. Traté de recordar… pero no podía
- ¿Tanto?
- Si ni siquiera recuerdas cómo llegaste aquí debió ser harto ¿no crees?
- Cierto. No recuerdo nada, pero asumo que me porté como un imbécil y dije cosas estúpidas…Lo siento.- me apresuré. De verdad me hubiese gustado recordar algo, pero me era imposible
- No te preocupes, no hay problema.- me dijo con una sonrisa y se sentó en el sillón con una taza de café humeante.
Me quedé observándola un rato, y luego me di cuenta de que yo ya no tenía nada más que hacer ahí.
Busqué mis zapatillas (las que encontré debajo de la cama) y me las puse, algo torpe aún y luego le pregunté dónde estaba el baño. 

Me miré, todo despeinado y ojeroso. Me lavé la cara y luego volví a la habitación.
Sussan aún seguía acostada en el sillón.
- ¿Qué hora es?- le pregunté buscando mi polerón..
- Como las once… no es tan tarde.
Asentí.
Estuve un rato de pié, observando a mi… ¿amiga?. Sí… éramos amigos, y luego volví a la realidad.
Ordené las sábanas e hice la cama rápidamente.
-Sabes que no tenías que hacer eso.- me dijo Sussan con risa
-Lo sé, pero es  lo mínimo que puedo hacer ¿o no?
-Como sea… igual voy a cambiar las sábanas y tendré que desarmar todo y volver a hacerla.
-Muere.- le dije despectivamente, pero a modo de broma. Le tiré la almohada, pero no me siguió el juego.- Como sea, mejor me voy…
-¿Le dirás a tu mamá que te quedaste aquí?
-Síp, porque tal vez Mike haya ido a buscarme a la casa y mi mamá ya sabe que no me quedé con él. Además, no hicimos nada malo, entonces… ¿para qué mentirle?
-No sé, sólo preguntaba.

Asentí, y luego avancé para despedirme con un beso, igual que siempre… Pero me quedé a mitad de camino, recordando haber tenido su rostro tan cerca… ¿Había…?
-Te voy a dejar a la puerta.- dijo Sussan, interrumpiendo mis pensamientos.
-Bueno- le dije y avanzamos hasta la sala y luego hasta la puerta.
-Nos vemos el lunes en clases, y trata de mantenerte sobrio la próxima vez que salgamos… no fue agradable tener que cargarte por toda la ciudad.- dijo, risueña
-Trataré,- le dije y ahora sí acorté la distancia y le di un beso en la mejilla.

Y aunque yo quisiera que se quedara, Billie se fue a su casa, sin recordar nada… genial.
Verlo dormir fue una de las cosas… más tiernas que había vivido con él. Una sensación casi maternal nació en mí, y lo comprendí así porque sentí que era mi deber cuidarlo, preocuparme de que fuera feliz por completo… Me di cuenta que todo este asunto de ayudarlo no lo hacía por mí o por mi salvación, sino que lo hacía por y para él.

-Tenemos que hablar.- me dijo Uriel, interrumpiéndome. Me asustó su presencia
-¿Sobre qué?
-Lo sabes. No puedes y no debes involucrarte sentimentalmente con él. Y ese beso significó algo para ti… debes detener cualquier cosa extraña que estés sintiendo
-No estoy sintiendo nada por él.- me defendí.
-Tus pensamientos y actuar reflejan lo contrario.- me dijo bastante convencido. – Supongo que estás conciente de que no puede volver a suceder algo así
-No pasó nada.- le dije, con desagrado
-Como sea…No estás logrando lo que deberías… y estás haciendo lo que nos prohíben. SI no te detienes, tendré que intervenir.

Me quedé en silencio. No comprendí mucho de lo que Uriel me dijo. O tal vez no me quería dar cuenta… el asunto es que iba a tener que dejar de pensar más de lo necesario en Billie Joe, en ese cosquilleo que sentía al tenerlo cerca, en ese dolor que sentía al tocarlo… y definitivamente tenía que dejar de pensar en que no me importaría soportarlo con tal de volver a sentir sus labios contra los míos. 

5 comentarios:

  1. pucha, sí era corto xD y asdkjañsd BJ, RECUERDA EL BESO, Y ÁMALAAAAAAA ò.ó

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  2. Este Uriel es un corta mambo! xD
    Recuerdos venid a BJ, recuerdos venid a BJ! jaja
    Debes entender que hace tiempo no comentaba alguna pavada :)

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  3. Ya, saquen a Uriel y dejen que Billie y Sussan iban su romance xD

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