martes, febrero 15, 2011

Rest: Capítulo 3





- ¿Cómo te fue en tu primer día?- me preguntó Uriel cuando entré en nuestra nueva casa. No abrió la boca para comunicarse conmigo, y me costó habituarme.
- Bien, aunque la verdad su mente me enferma. Creo que aún lo escucho.
- Debe estar llamándote
- ¿Pensando en mí? No, no creo ser tan importante- le dije y me senté al lado de él en la sala de estar.- Como sea, estoy muriendo de hambre.
- Sue… estás muerta- me dijo serio, y luego se largó a reír.
- Chistoso… pero aun así tengo necesidades fisiológicas- Me miro extrañado-¿No?
- Trata de llorar, de ir al baño, tragar saliva.- Mierda. Uriel sonrió burlescamente.

No podía hacer nada de eso, Y tampoco me era indispensable respirar… Y no me había dado cuenta en todo el día..

- Entonces no necesito comida.- musité luego de un rato-¿Qué pasa si como?
- Nada. Será como nada. Tu cuerpo no lo asimilará
- Genial- le dije y tomé algo de dinero, que no sé de donde había salido pero estaba sobre el mueble del ¿teléfono?- Un chicle para entretenerme no me hará nada mal entonces

Mi compañero sonrió y se quitó de enfrente para que yo pudiera salir.
Aproveché el rato que me tomó llegar al primer almacén para conocer parte de pueblo. Por donde iba caminando se veía la fábrica tirando humo por un lado, y las casas desiertas por el otro… ¿Dónde estaba toda la gente a esa hora? El tráfico era prácticamente nulo y las calles vacías, a excepción de un par de personas que avanzaban en dirección a sus casas.

Caminé varias cuadras hasta que encontré un lugar donde comprar, entré y de inmediato sentí una mente hablar. Busqué la imagen de Billie Joe entre la gente que había ahí, pero al parecer no era él. Presté atención.
- ¿Habrá comido lo suficiente? Está hecho un desastre, estoy fallando. Quiero que acepte a Erick
Levanté la vista y me encontré con una señora de cabello rubio, piel blanca y de baja estatura que esperaba su vuelto justo a mi lado. No necesité verla más para darme cuenta que era la mamá de mi objetivo.
Me concentré para saber qué más pensaba, pero no podía llegar a ella. Había dejado de pensar en Billie, ahora estaba en otra frecuencia, no me correspondía saber en qué ocupaba sus pensamientos así que no insistí, aunque sí maldije. Estuvo al lado mío por un rato y luego se fue. La niña que atendía se dirigió a mí y recordé porqué estaba ahí.
- ¿Qué?
- ¿Qué vas a llevar?
- Una goma de mascar, por favor.- le dije, recordando que debía hablar. No se me podía olvidar eso estando con la gente.
- ¿De qué sabor?
- Eh… de fruta
- ¿Algo más?- pensé en qué podría gustarle a Billie Joe… pero no se me ocurría.
- Unos poprocks…- balbuceé, olvidando hablar, nuevamente
- ¿Cómo?
- Unos poprocks- repetí.- Por favor.
Asintió y me los entregó. Se quedó mirándome por bastante rato. Supongo que le llamaba la atención mi piel tan pálida, o quizás el hecho de que andaba vestida de negro aunque hacía bastante calor. Recordé que debía comprar algo de ropa más decente luego.
Pagué, y volví a la casa por el mismo camino que había recorrido antes, pero más calmada. La verdad es que no quería llegar tan rápido  porque tenía deberes qué hacer del colegio y no me entusiasmaba, aunque me sirviera para matar el tiempo (que era lo que más me sobraba últimamente).

-No es necesario.- me dijo Uriel en cuanto entré a la casa- Ya me adelanté. Vi que pensabas en deberes del colegio y quise matar mi tiempo
-¿Hiciste mi tarea?- inquirí incrédula.
-Es bueno ejercitar la mente con raíces cuadradas-
-Ok, como quieras. De todas formas, ya había visto esa materia hace un par de años en el colegio… buscaré otra forma de entretenerme.- le dije y me acordé de los tiempo que había pasado en mi casa.

No podía negar que aún me daba pena recordarlos. Recordar lo que viví, y todo lo que  había pasado en el accidente.
Nunca entendí esas estúpidas reglas de que no podría volver a verlos nunca más. Y nunca entendí por qué les hice caso. Tal vez me controlaban para no hacer lo que yo quería, o tal vez una parte de mí sabía que era lo mejor. De todos modos, me gustaría saber que están bien, cómo les fue después de que morí.
Pero Uriel no me dejaba preguntar. Según él debía estar concentrada para poder ser feliz, para ascender y encontrar todo lo bueno que había ahí. Que ya llegaría el tiempo del reencuentro y esas cosas, que así debía ser todo. Ya no siquiera lo discutíamos porque no había caso y punto.

-¡Hey! Tú tienes otras tareas por hacer.- me dijo Uriel antes de subir a mi cuarto. No comprendí de qué hablaba y se lo hice saber sin tener que pensarlo verbalmente.
-Veremos una “película”.- Seguí sin comprender.- Debes conocer de alguna manera a Billie Joe, y lo que ha hecho en su vida.- Comprendí.
-¿Es correcto hacer esto?
-Es parte de lo que debes hacer. Debes saber por qué es como es, y por qué va a terminar haciendo eso tan terrible y que debes evitar. Así que.. .sí, es correcto.
-OK.- asentí sin estar muy convencida y esperé que me tomara de la mano, para que delante de nosotros apareciera una nube llena de secuencias algo confusas.
Uriel eligió una al azar, que luego ocupó todo el espacio.
Y así comenzó la función. 

8 comentarios:

  1. En la foto dice cap. 2
    fail xD

    ResponderEliminar
  2. :O Qué hará Billie? chan chan chaaaaan (8)

    :)

    ResponderEliminar
  3. Que le ponga un poco más de onda Sue al ver la vida de Billie xD

    ResponderEliminar
  4. Uriel debe ser el único ser del universo que hace tareas de raíces porque sí xD!!!!!!!!!!
    se me hizo corto el cap ):

    ResponderEliminar
  5. jajaja es qe Uriel es shoro *bobi xD
    y sí, esos caps son super cortos :S xDD los iba a arreglar, de verdad... pero ando con ganas de nada :S

    ResponderEliminar
  6. Mas fome que Uriel xDDD Quiero ver esa película :B O.O y qué es eso tan malo que hará?

    ResponderEliminar
  7. Cuando quiera llamo a Uriel y el me hace las tareas :D xDD.
    Oh!, la misión "entrenar a Armstrong" en proceso *o* xD
    Bye (:

    ResponderEliminar